jueves, 10 de noviembre de 2011

Mi primer blog, verdadero

Es complicado encontrar palabras cuando no eres un verdadero escritor. Muchas veces busqué canciones o poemas para expresar, para sentirme mejor, para tratar de convecerme de alguna vaga ilusión. Hoy, a mis 27 años he comprendido que las palabras son herramientas que te ayudan a vivir o te ayudan a morir; que vale más un gesto de amor que mil cartas de amor.

Estoy conciente que muchas veces escribí sin sentido, buscando que esas palabras me den algún sentido. Que deje que el romanticismo sea mágico pero nunca real. Hoy, gracias a mi amada esposa Bruna he aprendido que parecer romántico es sencillo, lo complejo es ser sincero. Junto con mi esposa he crecido y he aprendido a diferenciar que el amor no lo sostiene un mail o una carta, el amor, se sostiene con amor.

Más allá de mil palabras hay solo una sonrisa. Como esposo y padre que soy gracias a Pablito Julián, mi amado hijo, he descubierto que las palabras tan solo comunican, no demuestran. Que un buen acto perdura en el tiempo, que tan solo decir y no sentir es como beber agua de un gotero. Que vale más mirar los ojos de quien amas y no escribir palabras, ni pensar palabras, ni decir palabras, sino sentir con el corazón aquellas emociones que valen más que un montón de palabras.

Gracias mi vida (Bru), por hacer mi un hombre que poco a poco descubre gracias a ti y junto a ti, la verdadera esencia de la vida, y sabes, me encanta y me emociona vivir así, junto a ti.

Dedicado a mi Bru y a mi Pablito Julián, las dos bendiciones que Dios me regaló muchas veces sin merecerlo, pero sé que Dios no miró mis palabras, miró mi corazón. 

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