Calificativos como: bestia negra, furia roja, jogo bonito, se colocaban en el encabezado de varios diarios locales, nacionales e internacionales. El mundo hablaba fútbol. El despliegue y genialidad individual de varios jugadores deslumbró en el campo de juego. En otros casos, la sombra de la falta de sentimiento y amor propio causó más de una decepción.
"La mejor forma de perder es así", declaró el técnico de Uruguay, al término del encuentro donde una new orange machine (Holanda), se impuso tres tantos por dos a este aguerrido grupo de patriotas uruguayos. Recorriendo la forma en como calificó Uruguay al grupo de los cuatro privilegiados, esta de por medio una mano, que el delantero Luis Suárez hizo en el último minuto frente a Ghana. El balón no tenía que entrar, y para eso tenía que hacer lo que sea para que así ocurra.
Cuando las acciones tienen de por medio amor propio y corazón, sin duda el resultado será alentador. Tras la mano, el delantero de Ghana erró el penal. En el alargue del partido no se hicieron daño estos equipos, y en los penales Uruguay superó a Ghana. En frente ahora tenía a la poderosa Holanda, equipo que le costó trabajo roer el duro carácter y temple uruguayo. Eliminarse de la forma como se eliminó Uruguay es una forma de triunfar, porque sabes tus limitaciones pero intentas descubrir tus horizontes.
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