En la vida estamos siempre dispuestos a alcanzar sueños materiales o logros profesionales. Con la edad y con el pasar del tiempo, pretendemos transformar nuestros sueños en metas. En muchos casos los cumplimos, pero casi siempre nos olvidamos de eso "esencial" que hará de lo que alguna vez fueron sueños y luego metas siempre mantengan ese vínculo que lo hace único.
La vida tiene muchas formas de construirse, de vivirse, de soñarse. Cuando nos concentramos en levantar nuestro futuro sobre lo material o efímero, corremos el riesgo de no tener al final nada que nos una a esa pertenencia. Pero si en cambio, logramos fomentar esas pequeñas cosas con vínculos que se asientan en el corazón, seguro la vida se agrandará y lograremos hacer de esa meta nuestro sueño eterno, vivido, disfrutado y único.
Descubrir esos vínculo que dan vida a nuestras vidas no es fácil pero seguramente al momento de descubrirlo, lograremos tener esa felicidad eterna, no en lo material o divertido, sino en la esencia y en el deleite de la vida.
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