miércoles, 30 de diciembre de 2009

Perdono pero no olvido

Esa expresión, frecuente en muchas personas, es perfectamente correcta. Porque “perdonar” no es lo mismo que “olvidar”.

Cada segundo de la vida cuenta. Entonces. Este año que termina, hemos tenido 31'536.000 segundos de experiencias. Varias las llevamos como buenos recuerdos dentro de nuestro corazón. Muchos otros, son rencores, odios y resentimientos que se han arraigado en lo profundo de nuestro corazón. Tan terrible es el odio, que ni siquiera nos atrevemos a mostrale desprecio. Esto es lo que no nos permite perdonar.

Olvidar o recordar depende de la memoria, no de la voluntad. Yo no puedo decidir qué olvidar y qué no. En cambio, perdonar o no perdonar, sí depende de mi voluntad, es algo que puedo decidir hacer o no. Perdonar es entregar algo de nuestro amor a alguien que dice o hace algo para no merecerlo.
Este año que termina, regala PERDÓN, y coloca a DIOS en tu corazón. El es el único que te brindará esa paz en tu corazón y simplemente borrará de tu mente, corazón y alma esos malos momentos que nublaron tu vida, esas acciones que derramaron lágrimas profundas en tu alma, ese dolor que tu corazón sintió en varias noches de nostalgía. DIOS pondrá en ti paz y te dará días de olvido y nuevas y mejores experiencias este 2010.

Pide perdón y entrega perdón; solo así vivirás este 2010 a plenitud. Todo esta perdonado y olvidado, ya pedí perdón y entregué perdón de corazón, con la fortaleza de DIOS. Cuéntame ¿Cómo está tu corazón?

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